Luego llegan los pensamientos de auto-fustigación: "me lo temía", "el diseño del experimento tenía algunos problemillas", "los cálculos no se han hecho bien", "la muestra era insuficiente"...
Después los de fustigación contra los coautores: "si es que ya les dije que tenían que hacerlo de tal manera, y se empeñaron en dejarlo así"...
Y cómo no, contra los revisores (antes de leer sus comentarios): "a saber qué saben estos del tema", "habría que ver qué han publicado estos listillos"...
Pero después, uno lee los comentarios que hacen, y piensa: "pero qué burro/a soy, cómo no me di cuenta de esta incoherencia", "ostras, es verdad, no hemos tenido en cuenta tal factor", "cierto, este párrafo no se entiende en absoluto"... y más y más y más razón le encuentra a los revisores, que no sólo se han tomado la molestia de leer un trabajo que tiene sus carencias, sino que además no ha cobrado nada por su tiempo, y han pasado más rato revisando un paper malo que el que hubieran necesitado para revisar uno bueno! Eso cuando realmente lo hacen bien, que a veces hay cada revisor que pa' lo que hace mejor se hubiera estado quieto.
Y pensando en todo esto, y en el "rejected paper" que acabamos de recibir, he encontrado algunos estudios alentadores. Dejo las citas para que los leáis:
- Los científicos tienen en sus ordenadores 1/3 de artículos no publicados,
- Los artículos rechazados, cuando se publican, tienen más citas ( V. Calcagno et al., “Flows of research manuscripts among scientific journals reveal hidden submission patterns,” Science, doi:10.1126/science.1227833, 2012)
- Ejemplos de la historia de algunos rejected papers
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