29 octubre 2014

Que sea usable


Se han escrito muchos artículos, sobre todo muchos posts, sobre "Los 10 errores más comunes de usabilidad". Algunos errores comunes en el diseño web tiene su origen en centrar los esfuerzos en el diseño visual de la  interfaz dejando atrás aspectos básicos como la utilidad de la web o la navegación en ella; otros errores proceden de crear el sitio web sin contar con sus usuarios potenciales para conocer qué esperan de un producto, cómo entienden ellos la estructura de los contenidos y qué vocabulario usan para refererirse a distintos conceptos. Esta vez vamos a escribir en positivo y en lugar de hablar de errores vamos a hacerlo sobre buenas prácticas, indicando 6 aspectos que un sitio web o una aplicación deben tener en cuenta al enfrentarse a un diseño o un rediseño:

1- Mostrar la utilidad. Indicar de forma clara y directa qué se puede hacer en el sitio web o aplicación, para qué sirve, y hacerlo sin que el usuario deba registrarse previamente es fundamental, pues esa barrera será suficiente para perder rápidamente visitas

2- Diseñar la navegación. El sitio web debe estar sustentado en una arquitectura de la información bien planificada que permita navegar en él de forma fluida, con menús comprensibles y un sistema de búsqueda eficiente. Esta navegación debe ser igual de fluida desde un ordenador que desde un dispositivo móvil, por lo que un diseño "responsive" ya no es sólo algo planteable, sino algo totalmente exigible.

3- Escuchar la voz del cliente. En un entorno online se pierde la interacción del cara a cara con los usuarios y se deben buscar alternativas para conocer su opinión y sus expectativas. Las herramientas de analítica web son una forma indirecta de conocer el comportamiento de los usuarios, pero tienen la limitación de presentar sólo la información de aquellos que han entrado al sitio web y han permanecido en él, y todo lo que se obtiene de estas herramientas es la interacción realizada por el usuario en el sitio. Para complementarlas existen técnicas que nos acercan a las personas, por ejemplo encuestas, entrevistas y focus group, más propias de las ciencias sociales, y muy útiles para incorporar en el diseño y rediseño de sitios web y apps.

4- Hablar como habla el usuario. El vocabulario que se use debe ser el que conocen los usuarios y no tiene por qué coincidir con el que usan los propietarios de la web o app, de lo contrario se generarán confusiones en el significado de los términos; esta medida favorece al mismo tiempo al SEO ya que los buscadores indexan las palabras de la web y las usan para localizar los sitios cuando alguien las teclea en su buscador

5- Apostar por el engagement: la competencia entre sitios web es muy alta y un simple clic hará que un usuario abandone un sitio para ir a otro; en un escenario así, cautivar al usuario es indispensable, y para ello se pueden hacer uso de distintas técnicas como las de fidelización, la presencia en redes sociales o los espacios de participación.

6- Revisar, testear, revisar de nuevo y volver a testear. No sólo se debe ser cuidadoso en la veracidad y actualidad de los contenidos del sitio web, en la ortografía o en el estilo de redacción usado, también los elementos de interacción son de vital importancia en la experiencia que viven los usuarios del sitio o app. Por ejemplo los links que no llevan a ningún sitio web son un típico caso de lo que frustra a los usuarios y les hacen quedarse con una mala imagen del sitio; otro ejemplo son los formularios en los que los campos no dejan claro cómo deben ser rellenados, y en lugar de ayudar a reparar el error se borra la información introducida y hay que rellenarlos de nuevo. Una revisión por parte del equipo de diseño puede evitar muchos de estos errores “técnicos”, pero un test realizado con usuarios reales dará con otros muchos errores que los propios diseñadores no habrán localizado y que tendrán más que ver con el modelo mental de los usuarios –que nunca es el del propietario del sitio web ni el del equipo de diseño- y sus expectativas.

Estos errores que hemos ido mencionando son totalmente evitables, ¿cómo? Contando con profesionales de la UX (user experience) que conozcan y apliquen los criterios y técnicas de diseño de productos usables, y las herramientas de evaluación de la usabilidad.

El Postgrado en UX que imparte la UPF-IDEC recoge en su temario todo esto y mucho más. Te invito a visitar nuestra página y a enviarnos tus consultas: postgradoUX.com