Una de las cosas que más ilusión hacen a los investigadores, y más aún si son nuevos investigadores, es la publicación. Cuando uno avanza en su tesis comienza a soñar con los resultados publicados en las páginas de una revista, y eso le sirve de gasolina para avanzar más y más. Mientras yo realicé mi
tesis cometí muchos
errores, concretamente quiero contar ahora dos de ellos.
Uno fue publicar algo que iba a incorporar en mi tesis,
puesto que la universidad exigía que todo el material de la tesis fuera
100% original, no publicado con anterioridad (por suerte no se me
sancionó esto). Curiosamente las actuales "tesis por compendio" han dado la vuelta radicalmente a esta idea, y exigen que los estudiantes publiquen sus resultados antes de depositar la tesis, ya que los filtros de publicación de las revistas académicas -de calidad- aseguran la fiabilidad de los trabajos. Fue un error en su momento, pero después el tiempo me da dado la razón :-)
Otro error fue no proponer a mi directora de tesis, que me
había proporcionado muchas ideas y bibliografía, y que había revisado
parte de mis escritos de la tesis, que firmara conmigo, pues al fin y al
cabo mi artículo era un resumen de algo que habíamos trabajado juntas,
digamos en un 80%-20% respectivamente. Ahora con el tiempo no me explico
cómo no se enfadó o me lo recriminó con fuerza. Fue muy buena persona,
comprensible, y supo ver que no había mala intención en mi, sólo
ingenuidad y desconocimiento. De hecho, en todos estos años de
colaboración con investigadores seniors he aprendido de ellos mucho más
que métodos de investigación, técnicas, estilos de redacción, etc., he
aprendido a ser generosa y a compartir con los que me aportan. A veces mi participación en sus
proyectos ha sido muy menor desde mi punto de vista, y ellos insisten en que son buenas aportaciones y me invitan a firmar sus trabajos cuando yo estaría
ya feliz con sólo aparecer en el apartado de agradecimientos. Y también
he aprendido de los nuevos investigadores, he aprendido a entender qué
es lo que les resulta difícil, que lo que es evidente para mi no lo es
para ellos, y en qué necesitan que los lleve de la mano.
- Informarse de si la universidad donde se ha matriculado la tesis admite que se publiquen resultados a lo largo de la investigación (cuando no se trata de tesis por compendio).
- Reservar el material de mayor calidad y novedad para revistas de alto impacto, ya que una vez publicado (en jornadas, seminarios, etc.) no podrá ser enviado a revistas porque piden que sea material no publicado previamente. Las jornadas lamentablemente -al menos en España- no cuentan a afectos de puntaje en el curriculum académico, o si lo hacen apenas suman puntos.
- Hacer partícipe de la autoría a los investigadores que hayan contribuido a la concepción, desarrollo y/o redacción del artículo. El primer firmante debe ser el estudiante de doctorado, dado que es su trabajo, y el último firmante es el director de tesis en tanto que supervisor de la investigación que se está llevando a cabo [nota: en disciplinas más rigurosas como la medicina, el último firmante es el investigador senior, que da el visto bueno para que el artículo se envíe a publicar, y es el responsable de que los datos que se dan en el artículo sean veraces, por lo que si bien firma el último, su importancia es máxima].
Mi experiencia personal en mi tesis y ahora como directora me hace pensar que a
muchas más personas les ha ocurrido, les ocurre y les ocurrirá. Lo
que he escrito es mi experiencia y mi punto de vista, totalmente
discutible, conversable, opinable, así que adelante para continuar la
conversación.
Mi agradecimiento a mi directora de tesis, a mis co-autores, a mis seniors y a mis estudiantes. Soy lo que soy por haber estado junto a ellos.
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